miércoles, 15 de junio de 2016

SOBRE MIRARSE EL OMBLIGO Y EL MUNDIAL 2014

Rescato una publicación de ciudadccs.info  6 VOCES CIUDAD CCS / LUNES 23 DE JUNIO DE 2014 un periódico Venezolano y como me resultó interesante les dejo el enlacehttp://www.ciudadccs.info/wp-content/uploads/2014/10/01/CCS230614.pdf



Mirada ombligo vs visión 360

Mirarse el ombligo. Hasta el ser humano dotado de la visión 360 más desarrollada de vez en cuando cae en la tentación de mirárselo. Y no es que mirarse el ombligo sea malo. Pero puede ser difí- cil. Sobre todo si se tiene una barriga grande. En ese caso, hay que pelar por un espejo. Aunque siempre existe la posibilidad de mirarse el ombligo usando la técnica selfie que puso de moda en las redes sociales un exgobernador del Distrito Federal de la Cuarta, en las postrimerías de las guarimbas. Hay formas de mirarse el ombligo de manera económica y planificada. En estos casos, la eficacia para vérselo es directamente proporcional al olvido. Hay que olvidar las responsabilidades que se asumieron planificadamente con millones de ombligos, olvidar el pasado reciente, olvidar las lealtades, olvidar los errores, olvidar muertes. Esta forma es muy obvia y la gente inmediatamente se da cuenta de que quien se mira el ombligo es un cíclope sin remedio. Hay otra forma más enrevesada de vérselo, que consiste en mirárselo apelando a otro ombligo. A través de ese ombligo prestado, se ve el propio. Esta es una forma más disimulada de vérselo. El ombligo usado se contenta porque por primera vez lo ven otros ojos. Pueden formar alianzas comunicacionales circunstanciales. Aunque finitas porque cada quien anda en lo suyo. Pasa bastante en el ínterin porque mirarse el ombligo trae consecuencias. Hipocresía editorial. Hay periodistas que hablan de libertad de expresión únicamente cuando la política editorial no les es agradable. Cuando comulgan con ella están felizmente amarrados. No hay maltrato. Las pautas de los jefes son informativamente pertinentes, las crónicas, una lectura plácida, un gozo inigualable. Mientras se sienten cómodos y contentos con las directrices de los jefes, coordinadores o dueños de medios todo está en orden. El dueño es un genio, el director un preclaro periodista, los jefes y coordinadores unos buenos interlocutores y la vida es una belleza. Cuando eso cambia, en lugar de irse con sus principios y su ética (a lo que se tiene derecho, valga decirlo) a buen resguardo como corresponde, deciden dar portazos, revelar confidencias, denunciar censuras, indignarse con tratamientos periodísticos que antes eran “normales” y limpiarse todos los orificios de sus cuerpecitos impolutos con esa misma ética y los mismos principios. Pasa bastante en esos casos, porque aprendieron a hacer daño con la política editorial que les gustaba. Ombligos hipócritas. Ombligos e hipocresías se juntan y se dan la mano. Eso sí, hay que tener claro que entre ciertos ombligos de la izquierda y ciertas hipocresías de la derecha, los últimos van ganando. Mientras cierta izquierda se afana sacando la masita esa podrida de su ombligo, la derecha hipócrita vuela libre y eficiente y se posa sobre una publicación que la haga sentir a gusto. Basta saber a dónde fueron a parar algunos periodistas para quienes el “periodismo es lo primero.” Su visión 360 es buena, nunca se ven el ombligo. El que se lo mira pierde.

Este Mundial también me recuerda a Chávez

ILDEGAR GIL ildegargil@gmail.com No abrigo dudas: el Comandante estaría gozando de lo lindo con el Mundial de Fútbol 2014 que se desarrolla en la hermana tierra de Brasil. Buena parte de los resultados que la faena ha dejado hasta ahora, así me hace pensar. El rol desempeñado por las oncenas latinoamericanas le hubiese arrancado mil sonrisas, mil tuits, mil carcajadas, mil esperanzas. Sus mensajes a Pepe Mujica hubiesen sido relampagueantes ante la victoria de Uruguay frente a Inglaterra; el sentimiento centroamericano le hubiese desbordado el espíritu ante el irrebatible triunfo de Costa Rica ante Italia; su suramericanismo manifiesto habría destellado con plenitud única luego de las victorias de Chile, primero ante Australia y luego nada más y nada menos que ante la poderosa España, a la que expulsó del torneo; el invicto de Argentina le habría inspirado más de un famoso tango e impulsado a recalcar su amor por Cristina, Maradona y El Che. ¿Y Ecuador? Pues claro, a Correa le hubiese gastado más de una broma retándolo a vencer a la vinotinto en 2018; con Juan Manuel Santos se habría tomado más de un tinto para celebrar por partido doble mientras que con Lula y Dilma se comunicaría constantemente no sólo para brindar por la imponencia del alegre balompié carioca, sino también porque han sabido resistir los ataques bajos y ruines que el imperialismo ha desatado contra Brasil a raíz de organizar el campeonato. ¡Ah!, las rancheras estarían melódicamente en su garganta, fruto del estelar desempeño del team azteca y ese fabuloso portero que es Guillermo “Memo” Ochoa. ¡Ni hablar del juego terco, rebelde y contestón de las escuadras africanas que han demostrado que no acudieron a llenar vacíos ni ser segundones de potencia alguna! Muchos de sus sueños y sus amaneceres hubiesen estado impregnados de la cadencia característica de ese continente materno. Por eso y más, este Brasil 2014 me recuerda tanto al Comandante. ¡Chávez vive…la lucha sigue!

La monja de Colombia

ALFREDO OLIVA Un amigo colombiano me llamaba la atención sobre algunas precisiones que yo hacía sobre las debilidades comunicacionales de nuestra Revolución. “Amigo, Alfredo, y ustedes son Gobierno –me dijo–, ¿se imagina cómo estamos en Colombia? Ojalá tuviéramos –la izquierda– una radio o una televisión; ustedes no han podido resolver aún el mapa estratégico y sus elementos tácticos, giran alrededor de ‘la monja de Bogotá’”. “¿Como así, qué es eso de la monja de Colombia?”, le pregunté. Sonriendo me respondió, a ver y le explico: “¿Recuerda los ‘falsos positivos’*?, pues se dice, que el presidente Uribe, reunido con su ministro de la Defensa y el Alto Mando Militar colombiano, ordenó asesinar a 100 dirigentes campesinos, sindicales, dirigentes sociales, de partidos de izquierda; que los vistieran con uniformes militares y los hicieran pasar ante los medios y opinión pública como guerrilleros. Ese mismo día –continuó el Presidente–, también me asesinan a una monja en Bogotá y a esa no me la uniforman”. El ministro de la Defensa y otros jerarcas militares sorprendidos, dirigiéndose al presidente Uribe preguntaron –casi al unísono: “¿Y por qué asesinar a una monjita?”, el resto de los militares se hacían la misma pregunta entre ellos. El presidente Uribe, les respondió retándoles: “¿Aún no se dan cuenta?” Mi amigo colombiano me dijo de inmediato: “¿Te das cuenta?, es la misma lógica de la oposición en Venezuela y de cierta forma tiene atrapada a la Revolución venezolana”. La oposición y sus medios llenan a diario a Venezuela de “falsos positivos”, y nos ocupamos de un payaso y un locutor fascistas, mientras Marcel Granier (uno de los peores enemigos del presidente Hugo Chávez) compra parte de Televen. *Falsos positivos: asesinato de civiles inocentes por el ejército de Colombia para hacerlos pasar como guerrilleros muertos en combate.


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