Tengo la vista cansada (de tanto darle y darle a twitter y cía). "No leas tanto, andá un rato a los videos" me dijo mi marido. Le hice caso, tenía razón...y ¿adivinen donde fui? Sin que me lo hubiera propuesto, navegando y sin pensar. Es una fuerza instintiva que ejerce ese impulso resplandeciente que me ilumina el corazón. Entonces, banderitas celestes y blancas flamean delante de mi campo visual. Multitudes alegres y canciones que suenan a voces juveniles alertan mi atención. En el monitor de mi computadora "FLORECEN MIL FLORES". En el centro mismo del paisaje dantesco está ella, brillante, hermosa, recogiendo lágrimas, abrazos, besos y el profundo amor de su pueblo, en los brazos abiertos, extendidos hacia hacia el cielo
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